El lado correcto de la historia?

El eterno debate sobre la enseñanza de la historia de México.


Uno los propósitos principales de la enseñanza de la historia a lo largo de la educación media superior es que los alumnos desarrollen el pensamiento y la conciencia histórica, para que cuenten con una mayor comprensión de las sociedades contemporáneas, participen en acciones de beneficio social de manera responsable e informada y que puedan analizar los procesos históricos de una forma neutral, sin sesgos netamente doctrinarios o inclinados a una tendencia personal.

Algunos retos que tiene la enseñanza de la historia en el bachillerato: organizar los contenidos en forma más organizada y menos aburrida, adecuarla a la realidad coyuntural y capacidades de sus destinatarios, formar e informar a los estudiantes, darle un sentido moral, político y ético para que el estudiante y futuro profesionista-ciudadano sea un hombre crítico y participativo en los problemas de su entorno social, que comprenda que el uso de la historia puede ser un arma de hasta veinte filos para su proceso profesional y personal

Mediante el aprendizaje de la historia, los estudiantes comprenden hechos pasados, explican sus causas y consecuencias, sus cambios y continuidades a lo largo del tiempo, y su influencia en el presente. Gracias a ello, no sólo conocen la ubicación temporal y espacial de los grandes procesos y sucesos históricos, también van conformando su identidad individual y colectiva, mediante el conocimiento de la cultura propia y la de otros pueblos del país y del mundo. De igual forma, paralelamente se desarrollan competencias en el alumno y un criterio para poder clasificar la lluvia de información y datos que tiene a su mano.

Esto, claro si se encuentra con un profesor o docente que no tome una postura sectaria donde busque mostrar sesgos de la historia, porque de lo contrario, ojo, la enseñanza de la misma es un arma de triple filo para poder formar o deformar a los estudiantes en este paso por la educación media superior que es fundamental.

Porque abordar este tema?

Estas dos anteriores semanas tuve la oportunidad de hacer una gira con la Suprema Corte de Justicia de la Nación y poder rematar con una conferencia en la preparatoria donde su servidor cursó sus estudios de bachillerato, en la Ciudad de México. Grande es la sorpresa, al ver como en diferentes puntos del país, ha sido utilizada la historia para ciertos fines, políticos, económicos, culturales , religiosos y de movilidad social.

Al platicar con muchos ciudadanos, me dí cuenta que han forjado muchos de sus criterios sociales y políticos por la influencia de algún docente durante su formación en el bachillerato. Y entablar diálogo con los estudiantes de bachillerato, me he dado cuenta que en la actualidad seguimos arrastrando los mismos problemas de hace 50 años; la enseñanza doctrinaria o sectaria de la historia.


La enseñanza de la historia, mas que ser un asunto de remenbranzas del pasado, es un asunto ético, porque partiendo desde el recuento de los hechos combinados con la didáctica y la modernidad de los recursos tecnológicos, podemos apelar a la creación, capacidades y habilidades de los estudiantes combinados con la pericia del docente. Pero ubicar docentes con habilidades para poder crear un ambiente para la enseñanza es algo sumamente complicado.

Ahora en estos tiempos donde el sectarismo político se esta volviendo el pan nuestro de cada día, es urgente que los docentes desde las aulas, busquen una enseñanza plural de los procesos históricos. Cada una de las etapas históricas de este país debe de ser retomada con el justo valor y sobretodo con el aporte que se plasma en el devenir de nuestros tiempos.

No creo en los maniqueísmos y en la clasificación hecha por muchos historiadores, políticos,abogados, sociológos y demás profesiones que hacen revisiones históricas, de que la misma esta hecha de héroes y villanos. Todos los hombres y mujeres que intervinieron en los hechos históricos tienen una real valía por el aporte hecho a la historia y como tal desde las aulas debemos de comenzar a enseñarles a nuestros estudiantes una visión objetiva, sin categorías y sin prejuicios.

La historia de México es a mi modo de ver un frenesí de personajes,de hechos históricos, de costumbres, tradiciones y formas de vida que hemos querido resumir en panfletos ideológicosy aburridos. Y es por ese lado, donde ha sido el lado flaco de la ideología del mexicano, pues ha olvidado revisar algunos de los errores que han llevado al país a algunas crisis de gobierno o de pensamiento. Y es por ese motivo que algunos políticos con el afán de tomar el poder, han buscado catalogar o etiquetar la historia en «lados correctos».

Y creo que no debe de ser así, porque muchos años hemos vivido de mitos creados expresamente para el control socia, ya sea desde el Gobierno hsta líderes carismáticos, que se supone que en una nueva era de apertura de pensamiento, de criterio y donde las redes sociales han detonado, no debería de suceder tal cosa.

Es donde quienes nos hemos dedicado en algún momento a la enseñanza de la historia, de asumir ese compromiso de igualdad, negar episodios del pasado, es negar el desarrollo de una sociedad que para bien, ha podido forjar su propio devenir en base a los hechos históricos. Desde las aulas tenemos que fomentar el uso de la historia como una forma objetiva de revisión del camino, basado en experiencias,tradiciones, costumbres, hacer uso de la didáctica para poderla acercar no sólo a los estudiantes, sino al público en general.

La historia de México es más allá de una triste historia de bronce, es un cúmulo de sinergias y culturas, pero en la actualidad preferimos hacer elegías al martirologio eterno. Dejemos esa posición cómoda y asumamos el reto de una enseñanza neutral de la historia, no le neguemos ese derecho humano a nuestros descendientes.


Y tu mexicano que prefieres?
Ser el eterno mártir?
O mirar con orgullo toda tu historia?


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