a honrada medianía . . .
La eterna batalla entre el decir y el hacer...

En este México postelectoral que vivimos, hemos tenido una de las más largas «transiciones gubernamentales» de toda la historia política de nuestro país. Los más de 30 millones de electores que votaron por el ahora presidente electo Andrés Manuel Lopez Obrador, estan entre el sentimiento de la avidez porque comience un régimen que desde que comenzó la campaña ( hace más de18 años)ha generado una serie de expectativas fuera de serie, todas ellas muy válidas por la poca comunicación que hubo entre los gobiernos federales anteriores con sus gobernados.

El gran mensaje con que el Presidente Electo convenció al electorado para preferirlo por encima - muy encima- de los otros candidatos, fue el acomodo del discurso de acuerdo al público al que iba dirigido, digo el múltiple discurso.

Siempre manejando el discurso con las necesidades del lugar y seguidores que visitaban, aunque ello representara una incongruencia política estructural, política, financiera y social, situación que en campaña se permite por el arrastre que puede tener la palabra hablada y el impacto con el elector, pero ya estando del otro lado de la barrera siendo un gobierno electo en ciernes, es incongruente, deshonesto, no permisible, pero parece ser un requisito indispensable para formar parte de este nuevo gobierno.

Apelando a las «sabias palabras»de Benito Juarez, prócer favorito de nuestro Presidente Electo hacemos alusión de un discurso pronunciado en 1852:

«Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos, no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, DISPONIÉNDOSE A VIVIR, EN LA HONRADA MEDIANÍA que proporciona la retribución que la ley les señala».

Es conveniente señalar que la vida privada de las personas es un asunto que a nadie nos interesa y como parte de la situación de lo cotidiano debe ser premisa. Nos fijamos en la vida de los demás sin poder corregir una mínima de lo que como personas decimos y hacemos. Pero en esta ocasión es pertinente señalar que ante el discurso juarista aludido con anterioridad utilizado como panfleto de campaña es preciso reflexionar hasta donde llega la palabra o la lengua viperina, en congruencia con el hacer.

México necesita realmente políticos que comuniquen con hechos las acciones detalladas de gobierno. Ante la falta de empatía que desde el Gobierno de Vicente Fox hasta el que está terminando con Enrique Peña Nieto a la cabeza, donde se transformó la administración pública, con reformas estructurales necesarias e ineludibles, pero que al no ser comunicadas de una manera oportuna a la población no han tenido un impacto trascendental para su entendimiento y difusión, factor fundamental.



Si algo tiene este nuevo gobierno es empatía con el electorado «el pueblo bueno y sabio», con los 30 millones de electores.

Los otros millones que evidentemente no votamos por el nuevo Presidente, sentimos aún no comiena el sexenio y que ya se está cayendo ante una contradicción evidente. Entre el decir y el hacer hay muchisimas leguas de distancia y este nuevo gobierno ha comenzado con una serie de promesas que coyuntural, financiera, politica y socialmente son difíciles de aplicar, pero de creer estan a millones de años luz. Tampoco podemos apelar a una unidad nacional cuando fuimos catalogados como Fifís, Señoritingos y tener colaboradores que realizan acciones como todos unos mecenas o sátrapas.

Lo que en estos momentos necesita la población es una congruencia fuera de dudas. Acomodar la palabra de acuerdo al público o sector es lo más deshonesto que puede tener un político o un partido político. La sociedad mexicana requiere de un camino fijo, donde la congruencia en el discurso sea en concordancia con el eje gubernamental.

No pueden venir a decirnos que el país esta en ruinas y días posteriores que el presidente saliente deja un país sólido.

Tampoco puede venir a enzalsar al presidente Trump porque fue muy respetuoso de las normas y de los derechos de los mexicanos, entonces tiramos a la basura todas las vejaciones hechas a los millones de connacionales que han sufridos violaciones a sus derechos humanos en los Estados Unidos?

Ya se les olvido el libro incendiario contra Trump? O no se toma en cuenta porque quizás el propio candidato ahor presidente no lo escribió.

Entonces sólo fueron palabras incendarias sin fundamento para dividir al pueblo?

Los asesores ( tanto John Ackerman como Epigmenio Ibarra y los que se suman porque es una corte inmensa de cantores del nuevo sistema) se han quedado cortos con las comparaciones que hemos hecho con Joseph Goebbels, por lo menos este último llevaba una estructura lineal en la acción con el programa ideologico.

El decir está a millas del hacer y es lo que realmente preocupa. Un gobierno que se desmiente cada 5 minutos de sus dichos anteriores revela un endeble o nulo conocimiento y criterio de la administración pública federal y se necesita un gobierno firme. Las dudas debieron ser resueltas durante la elaboración del Plan de Gonierno, no generar más que provocan un cambio de ideas cada que se le prende el foco a alguien o andar convocando foros donde lo más que sucede son las agresiones e incongruencias y la accion queda en el olvido.




El Presidente electo debe ponerse las pilas, 30 millones de mexicanos votaron por él y su «Cambio Verdadero» y sólo se ve una estela de contradicciones evidentes, la palabra no concuerda con la acción y los otros 70 millones no deseamos que sea una política hecha de esa forma, ahí radica la importancia de poner orden entre sus cercanos, aplicar la HONRADA MEDIANÍA que tanto ha pregonado ( que por cierto Juárez de igual forma sólo llevo al discurso porque se perpetuó en el poder, situación que parece que usted quiere imitar).

La HONRADA MEDIANÍA no sólo se explica con la forma de vida particular, se aplica desde la elaboración de políticas públicas, la austeridad es inmediatamente necesaria, pero si la misma te cuesta más en la aplicación, donde queda el postulado juarista?

Aludiendo a nuestra anterior columna, la historia para eso sirve, para evaluar y planear el futuro , sin sectarismos ni ocultismos...

Comentarios

Entradas populares de este blog