Morelia 15S2008


Escuchando, viendo y leyendo losmedios de comunicación tradicionales y los no tanto, es inevitable que se programen especiales sobre el 11S que ocurrió en la Ciudad de Nueva York. Y es normal, todas las ciudades siempre han tenido un suceso ( tristemente violento) que les cambió la dinamica de vida. En el caso de New York, fue una dinamica que desarrolló y globalizó la seguridad nacional en todos los sentidos. A nivel mundial nos enseñó la cara mas escabrosa del terrorismo y lo que esto conlleva, destrucción, muerte, pero también vino el desarrollo de nuevos sistemas de seguridad ciudadana y antiterrorismo. Bajo los escombros del 11S hubo sacrificio, pero también un cambio de actitud y políticas de seguridad.

En México con sus debidas proporciones tuvimos nuestro 15S2008 en Morelia.

Pero realmente aprendimos algo como ciudadanos?
Aprendió algo el gobierno de este suceso?
Se ha hecho justicia a las víctimas?
Se ha coordinado la seguridad municipal y estatal primordialmente en nuestra ciudad capital para la adecuada vigilancia de la misma?

La noche del 15 de Septiembre de 2008 en Morelia, nos cambió la vida a muchos, la dinámica de vida muchos morelianos se mvió radicalmente, pero parece que a las instituciones de seguridad no.

Cómo cualquier evento deportivo o antro de moda, prácticamente la gran mayoría de los habitantes estuvimos esa noche en la plaza. Se han creado «leyendas urbanas» entorno a lo sucedido. Particularmente este escribidor nunca había sido asistente de estas celebraciones «patrioticas» en plazas públicas. Por azares del destino esa noche me tocó asistir. Y me cambio mi forma de ver, vivir y sentir la ciudad. Despúes de «negociar» con mi entonces esposa el acudir esa noche por primera vez a la plaza, ( particularmente, siempre he sido un amargado de este tipo de «fiestas patrias»), nos trasladamos al centro, particularmente a la plaza Melchor Ocampo en la zona a un costado de Catedral. Ahí nos citamos con el resto de la familia extensa, donde al unísono de los sonidos, la comida que se expende y el amontonamiento de la gente, en un momento de incomodidad decidimos subirnos a la pequeña superficie de piedra tipo plazoleta para estar más cómodos.

Mis parentela cambió su ubicación debido a malestares físicos y en búsqueda de un lugar donde sentarse. Ahí esperamos hasta el momento del Grito de Independencia, que en ese momento fue dado por Leonel Godoy. En ese momento su servidor al tratar de arrancar una de las mantas de la CNTE por no dejarnos visualizar el balcon central de Palacio de Gobierno siente un golpe seco en el suelo. Y al voltear de manera inmediata, ver a la gente corriendo y buscando el salir de inmediato de ese espacio. Una de las primeras reacciones fue tratar de ubicar a los parientes y buscar la salida, pero fue imposible.


Era un caos, la psicosis colectiva en todo su esplendor, pasados unos minutos y ya reunidos, buscamos la salida de la plaza y trasladándonos por la Calle Valladolid, llegamos al vehículo para buscar salir de la zona. Durante el trayecto, el observar a gente mutilada, ensangrentada y con expresiónes impávidas de dolor manifiesto fue un impacto muy fuerte, quizás mas que el golpe seco en el suelo. Ya con la misión de llevarse a los niños que nos acompañaban a esta festividad, no nos dió tiempo de comprender la magnitud de lo que había sucedido en el lugar. En el trayecto rumbo al norte de la ciudad, buscando un lugar para cenar ( sí, aunque haya sustos, no se pierde el apetito), la movilización policial que observamos fue una situación bastante desordenada.

Al llegar al restaurante, al observar el enlace que abrio el Dr. Ignacio Martínez, nos dimos cuenta de la gravedad de lo sucedido. Y al contestar las casí 70 llamadas que recibí a lo largo de la noche, de todas partes del país, nos dimos cuenta de la trascendencia de la tragedia.

Esa fue la noche en que Morelia perdió su inocencia.

Más allá de mi aburrido relato familiar, que como este hay miles, lo que sucedio esa noche en la plaza, sólo podrá ser solucionado e investigado si hay proceso de investigació científica, exhaustiva, coordinada, un tratamiento de víctimas decente, un sistema de justicia penal eficiente y una procuración de justicia adecuada las necesidades de un caso como este y los miles que han sucedido de 10 años hasta hoy. Pero desgraciadamente como la mayoría de los casos, sigue impune.

A la fecha, estamos hablando de una nula coordinación entre las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia. La evidente rivalidad entre las corporaciones, la nula cooperación que hay entre seguridad pública y la procuración de justicia ha hecho imposible que se lleve un trabajo coordinado, los egos y las susceptibilidades al por mayor. Estamos en el año 2018 y seguimos sin saber que sucedió realmente en la plaza esa noche.

La seguridad que es uno de los ejes fundamentales de todo gobierno. En la actualidad esta política no esta siendo cumplida, entre los anuncios por parte de SSP de retirar sus elementos de las localidades que no firmen el Mando Único, así como la soberbia con que muchos municipios que han declarado que no van a signar este compromiso, quienes estan enmedio de estas disputas son los ciudadanos. No quisiera pensar que en una situación de emergencia, como la que vivimos los ciudadanos en 2008, con los cierres de la ciudad con coches incendiados en 2010, 2011 y sin contar con los suficientes elementos y estrategias para poder proteger a la ciudad, pudiera suceder alguna desgracia mayor.

Los ejes de seguridad si bien son trazados desde la visión federal, al plasmarlos en lo local se puede tener ese margen de acción jurídica para poder operar de una manera adecuada,



Quisiera haber visto en ese 2008 en acción a los elementos de la Policía de Morelia ( creada hasta 2012 como Dirección General de Seguridad Ciudadana), con su Centro de Atención a Víctimas ( ahora extinto por disposición de la nueva Comisionada de Seguridad), atendiendo a las víctimas en el lugar de la acción, tomando las denuncias y agilizando la escena del crimen para que pudiera entrar en acción tanto su pólicía de investigación como la Procuración de Justicia.

Hemos sido muy duros al criticar al anterior y octapolar Comisionado de Seguridad Municipal, pero el Centro fue una de las dependencias que debió perdurar. Ante un suceso o tragedia de estas magnitudes se necesitan profesionales de diferentes áreas del conocimiento que trabajando dentro de las corporaciones policiacas, puedan acudir de manera inmediata a atender al ciudadano y pareciera que nos quieren regresar a ese funesto 2008 con la anulación de dichos espacios de atención ciudadana.

Por otro lado, se necesita afinar la coordinación entre las corporaciones. La latente rivalidad entre las policías no deja nada positivo. Si de por sí tenemos una ciudadanía que desconoce los alcances y jurisdicciones de cada corporación, la indefensión queda manifiesta y la inconformidad crece. Tanto Gobierno Estatal, como gobiernos municipales deben de llegar a buenos acuerdos operativos, de ninguna manera políticos, porque la seguridad debe de estar fuera de esos tintes oscuros de negociación. Si estamos en búsqueda de esos resultados que justifiquen los millones de pesos que cuesta la seguridad en nuestra ciudad y en el país, es el momento de dejar las banderas partidistas o ideológicas.

La mejor justicia para las víctimas de esa noche funesta del 15S2008 y quienes han sido víctimas de algun hecho delictivo, la tienen en sus manos todos los niveles de gobierno, pero también la tienen al alcance los ciudadanos.

¿Cómo? dejando a un lado la pose de víctimas, de repartir culpas a diestra y siniestra, comenzando a asumir sus obligaciones, cooperando con la autoridad y exigiendo con fundamentos cuando se tengan. Que estos hechos den pie a un cambio de mentalidad. Morelia lo merece y por supuesto, nos lo merecemos todos.









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